4 de marzo de 2010

Starship troopers: Cualquier parecido con la pelicula es pura coincidencia.

Para muestra un botón, y eso hace Heinlein en este libro. Nos presenta un mundo utópico a través de la vida de un chico. Desde que no es mas que un adolescente, sin edad apenas para alistarse, hasta que dirige a su propia tropa en batalla. Mediante este periplo conocemos la sociedad del protagonista, tamizada por el filtro de sus ojos.

Y no es fascista como muchos han afirmado. En todo momento se respeta el individualismo y hay libertad de expresión, los civiles hablan abiertamente de los militares como parásitos, los desprecian despreocupadamente, curioso es en este aspecto el cambio de opinión del padre de John Rico, una especie de redención.
También es una sociedad igualitaria, no en el sentido que nosotros entendemos de igualdad de derechos, sino en el de igualdad de oportunidades, todos tienen el derecho constitucional a poder prestar servicio en la federación, obteniendo la ciudadanía plena y los privilegios políticos que conlleva. Privilegios que por otra parte no les dan ningún beneficio mas que poder votar y presentarse para ser votados, eso si, previo pago por hacerlo.







Tampoco es una sociedad militarizada, aunque el ejercito tenga un papel muy importante. “Somos el ejercito mas pequeño de la historia en relación con la población que defiende”, llega a decir uno de los personajes. No existe propaganda para reclutar soldados, sino justo al contrario, y además los militares en activo no puede ejercer derechos políticos, solo una vez retirados y siendo veteranos pueden hacerlo.

Un punto interesante es como se pone mucho empeño en la filosofía moral de la guerra, Dubois asegura que tienen una teoría moral para las relaciones entre los humanos y que pronto la tendrán para las relaciones entre especies inteligentes. O sea, esperan llegar al punto en que la guerra deje de ser una herramienta imprescindible, porque eso es en Tropas del espacio, una herramienta mas. Aquí me ha parecido encontrar una incongruencia, porque al mismo tiempo se asegura que la guerra es inherente al ser humano.

Como ya he dicho es una utopía, un sistema de organización social idealizado. En la historia se ha intentado el sufragio selectivo por cuestión de nacimiento, casta, renta, etc… hasta llegar a la democracia. Aquí se propone volver a un sistema restringido, en el cual solo puedan participar aquellos que previamente hayan demostrado su compromiso, su capacidad para asumir deberes mediante su esfuerzo, su aportación al bienestar del grupo. Una dictadura benigna de una minoría que asume la labor de faro, guía y defensa de la sociedad, sin pedir demasiado a cambio.




En la Infanteria movil no hay mujeres, esta imagen es una licencia de la pelicula.



Que los mejores, aquellos capaces de interponer sus vidas para defendernos a todos, fuesen los que nos guiasen desinteresadamente, cualquier persona lo suscribiría. Pero existen dos problemas.

Primer problema. El excesivo optimismo del libro, un sistema asi estaría en peligro constante de degenerar desde el paternalismo hacia el autoritarismo y la injusticia, o algo peor. Aunque esa no fuese la intención original. Quizás resistiría cuatro o cinco generaciones, las semillas del mal están en el libro, Heinlein es sincero y no las oculta.

Segundo problema. Se exponen muchas ideas, pero es mucho lo que no se nos cuenta, hay muchas zonas oscuras. La relación veteranos/civiles por ejemplo. Se nos dice que existe libertad de expresión y de opinión, pero poco mas. No sabemos casi nada de ese mundo mas allá de lo militar, casi nada, del arte ni del pensamiento, ni de tantas cosas que conforman una sociedad donde vale la pena vivir, o morir luchando por defenderla. O si la federación abarca a todo el planeta, ya que en el libro se habla de territorios miembros y con diferentes status de asociación. Solo que el capitalismo es el sistema económico dominante y que el sistema social sigue bastante inalterado.

He leído que Heinlein fue declarado inútil para el servicio militar por causa de la tuberculosis, nunca llego a estar cerca de un combate de verdad. Se ve un aura de idealización en sus planteamientos. Sin llegar a ser apología de la guerra (mas bien es un homenaje a aquellos que participan en ella para defender sus ideales, forma de vida y a sus seres queridos. Muy en línea de lo que fue la segunda guerra mundial, toda reflexión es hija de su tiempo.), desde luego no la trata con realismo. No hay ni una sola escena donde se incluya ningún tipo de horror o sufrimiento, ni dudas sobre el fin ultimo del conflicto.

Además en mi opinión el paralelismo de: Humanos individuos libres contra seres sin identidad y gobernados por una mente colectiva, es demasiado evidente en relación a la guerra fría de 1959.

A estas alturas sobra decir que lo referente a tecnología y exoarmaduras, aunque resultó entretenido, no ha sido lo mas interesante para mi. Pero claro, es una novela de los años cincuenta, y resulta meritorio que fijase los parámetros de la ciencia ficción de ambientación espacial durante mucho tiempo.







Pasando a la critica literaria, el libro tiene algunos de los defectos que se le achacan tradicionalmente a los space opera. Los personajes son planos y la acción esta bastante vacía. Heinlein no les da matices ni evolución, les roba partes enteras de su personalidad y los utiliza constantemente como simples portavoces de sus opiniones, que son muy interesantes, pero para eso mejor hubiese escrito un ensayo en lugar de una novela.

El texto va ganando interés conforme avanza, desde un primer capitulo flojo e insulso, hasta los episodios posteriores a la academia de militares, donde da lo mejor de si.

El estilo es muy directo y sencillo, una primera persona casi coloquial y no existe apenas descripción. Aunque esta perfectamente justificado y es coherente por la elección del narrador, o mas bien con la idea del narrador que se nos quiere transmitir.

Una cosa que si me gusto bastante fue el aire que le da al ejercito, un grupo de ciudadanos guerreros que luchan por su tierra fuertemente cohesionados. La referencia al ideal de la Grecia clásica es inconfundible. Tampoco faltan datos históricos muy sabrosos.

En resumidas cuentas. La novela tiene sus claroscuros, sin dejar de ser una gran obra y en líneas generales me gusto, o mas bien debería decir, me intereso. Porque fue eso lo que me inspiro: Interés y reflexión por lo que el autor, con muchas tablas y buen hacer después de todo, trata de transmitir.

Heinlein dijo: “Todavía no soy capaz de entender como esta novela ganó un Hugo”. Puede que yo sea un poco menos duro que el maestro.

Y otro día escribiré sobre la película de Verhoeven, la cual no se parece en nada al libro, pero que debajo de ese aspecto infantil guarda mucha mala leche.