25 de octubre de 2009

Vidas singulares: Fyodor Tolstoi

Hoy hablare un poco sobre un personaje extraño y singular.

La mayoría conoceréis a León Tolstoi, el escritor ruso que se gano un puesto en la literatura universal por derecho propio, no hablare de él, sino de su tío: El Conde Fyodor Ivanovich Tolstoi. Bohemio, extravagante aventurero y hombre de acción.

Su familia era una de las mas antiguas y distinguidas de la Rusia imperial, con una historia que se remontaba al siglo XIV, aunque las disputas políticas habían empobrecido económicamente al linaje, con mas nombre que dinero. Por lo que los Tolstoi enviaban a sus hijos a las academias militares para darles una educación acorde a su rango.

En la academia naval de San Petersburgo Fyodor comenzó a desarrollar su personalidad; Aficionado a las mujeres, a la bebida, al juego, a las emociones fuertes y a los duelos. Aunque también leal y valiente. Ya con 17 tiernos añitos, tuvo su primer duelo, con un oficial que le reprendió por falta de disciplina. A lo largo de toda su vida llego a matar a once oponentes (en aquel entonces los duelos eran perfectamente legales), siempre conservo sus nombres en una libreta, una señal de respeto decía. Finalmente, y milagrosamente, logra graduarse en la academia militar. Gracias a la influencia de un pariente es destinado al prestigioso Regimiento Preobrazhenski, guardias de corps de los zares.

En 1803, con 21 años, participa en la primera circunnavegación mundial de un buque ruso. Para evitar un castigo militar embarco haciéndose pasar por su primo, un pintor que debía dejar constancia del viaje, y que decidió no acudir por problemas con el mareo. Tres años duro la expedición, dos barcos participaron: El Nadezhda y el Neva.

Fyodor había subido a bordo con una bolsa de rublos para jugar a las cartas con los oficiales, pero el capitán Kronstadt prohibió los juegos de azar. Dispuesto a no aburrirse, en las Islas Canarias compro varias cajas de Coñac, en algún punto del pacifico se hizo con una hembra de Orangután y paseaba por cubierta cariñosamente abrazado a la mona. Provocaba constantes peleas entre la tripulación. En las Islas Marquesas, donde pararon para hacer reparaciones, se hizo varios tatuajes y además alquilo cien nativas para satisfacer las necesidades de los marineros, que amenazaron con amotinarse si no se las dejaba subir a bordo. Al Capitán no le quedo otra que permitir la orgía, el primer acto de indisciplina registrado en la historia de la flota rusa.

En una ocasión pego la barba del sacerdote de a bordo al casco mientras este estaba borracho, tuvo que cortársela cuando despertó. En otra de sus ocurrencias entro al camarote del capitán con la Orangutana y le “enseño” a arrojar tinta sobre los papeles de los archivos, perdiéndose todos los registros del viaje. La travesía fue movida, fueron apresados cuando intentaban establecer relaciones diplomáticas con el Japón, participaron en la batalla de Sitka apoyando a los colonos rusos de Alaska contra los nativos Tlingit. Pero seguro que nuestro joven Fyodor fue el mayor quebradero de cabeza de Kronstadt.

Se paso la mitad del tiempo arrestado en su camarote. Solo su rango lo salvaba (en aquel entonces Rusia era una sociedad feudal), pero al final terminaron por abandonarlo junto a la mona en las Islas Aleutianas. No sabemos lo que le paso a la pobre simia algunos dicen que el aristócrata tuvo que comérsela, otros que simplemente la abandonó. Yo no me quito de la cabeza la imagen de la pareja cruzando Asia.

Un viajero con el que coincidió lo describió:

“En una de las aldeas se nos acerco un hombre vestido con un raído uniforme del Preobrazhenski, era alto, de cabello moreno y tenia los ojos inyectados en sangre por el polvo y el calor del camino. Nos hablo sobre él ya que por aquel entonces no poseía la fama que hoy le acompaña. su voz era suave y melancólica, aunque salvaje a la vez. Finalmente tras un rato se despidió y continuó camino.”

Hubo de hacer de brujo y curandero entre los nativos para sobrevivir. A pie y en trineo, tardo mas de un año en volver a San Petersburgo. Al llegar una orden expresa del Zar le prohíbe entrar en la ciudad y es degradado de su puesto de soldado de elite a una fortaleza perdida en la frontera con Finlandia, allí estará tres años. Dos veces será condecorado por su valor en combate durante las guerras napoleónicas, tuvo un papel destacado en la Batalla de Borodino. Otras dos expulsado del ejercito por indisciplina y vuelto a readmitir ante la necesidad de hombres capaces que tenia esos días el ejercito ruso.

Una vez retirado se instalo en Moscú, donde se integro en la vida intelectual de la capital. Un amigo escribió sobre él:

“Era inteligente, como un demonio, y sorprendentemente elocuente. Amaba los sofismas y paradojas, y era difícil discutir con él. Sin embargo, fue, como dicen, un tipo decente: estaba dispuesta a todo por un amigo, de buena gana los ayudaba, pero aconsejaba no jugar a las cartas con él. Diciendo abiertamente que en el juego, como en la guerra, no conocía ni amigo ni hermano, y el que quiere tener su dinero en su bolsillo, tiene derecho a ganar como sea, aun con trampas.”

Se caso con una bailarina gitana que había financiado sus deudas de juego. Tuvieron doce hijos, pero todos, menos la hija mayor, nacieron muertos o murieron antes de alcanzar la madurez. En sus últimos años se volvió muy religioso, pensando que sus once hijos muertos eran un castigo divino por los once hombres que mato en duelo.

Murió el 5 de noviembre de 1846, con 64 años, acompañado de su mujer y su única hija viva.

3 comentarios:

Athman dijo...

Interesantisima biografia de ese genio.Dsconocia por completo nada de este Conde tan peculiar y temperamental.
Me ha gustado mucho conocerle de tu mano.
Un saludo.

Trevas dijo...

Curioso hombre. La anécdota de la libreta con los once hombres me ha parecido muy peculiar. Desde luego, si llega a nacer en orígenes más humildes, no habría llegado hasta los 64 con ese carácter.

Me gustan mucho las biografías históricas. Seré un asiduo de ellas.

francis cuevas dijo...

Celebro que os haya gustado el post, espero seguir asi.

Saludos.