1 de noviembre de 2009

Recicladores.

Aqui os dejo otro microrrelato.



I

A pesar de sus doce años Thalor ya era un recolector avezado. Podía seguir una tubería secundaria durante kilómetros, discernir los sonidos previos a que una sección se inundase de gas, elegir la gotera correcta para beber ó acechar a una rata en la oscuridad. Eran nómadas, su tribu recorría el entramado, siempre por debajo del décimo nivel. No se les permitía ir mas allá. Cribaban los menguantes desechos que llegaban de arriba y los trocaban por suministros. Simas de desagüe, claros, intercepciones, a lo largo de generaciones los suyos habían marcado su mundo y donde la memoria no alcanzaba un signo grabado en el metal señalaba un punto de recogida, un canal aprovechable o un ramal sin salida. Una vida dura, pero sabían que cada ser, hasta los gusanos de la putrefacción, tiene un sitio y un destino en la obra del gran arquitecto.

Por eso cuando recibieron la visita de los técnicos, habitantes del vedado mundo superior y únicos conocedores de los designios, reclamando una valiosa pieza perdida en las profundidades Armeso, su líder, consulto algunos ajados mapas. Busco indicaciones, caminos para bajar allí donde las leyendas solo hablaban de monstruos y bestias asesinas. Frunció el ceño y envió una docena de jóvenes en pos de la magra recompensa.

Thalor viajaba rápido, su primo Metil lo seguía arrastrando la pierna tullida. Descendieron durante días. La caza, escasa perse, menguo hasta casi desaparecer. Al agotarse sus reservas de carne seca alcanzaron el fondo.

Desperdicios de todo tipo caían desde los maltrechos tubos, formando un rico humus, hogar de miríadas de insectos. El terreno irregular complicaba la marcha, el aire viciado quemaba sus pulmones. Aunque pronto encontraron lo que buscaban. En el centro de una laguna, enredado entre tallos de plantas acuáticas: Un cilindro transparente, tallado en múltiples facetas.


II

El rostro de Kuri, el sanador, lo recibió al despertar. Trato de incorporarse y descubrió que le faltaba la mano derecha. Entonces recordó.

Volvían a la orilla. El agua, oscura como una maldición, los cubría hasta el pecho. La enorme criatura ataco por atrás. Su primo no llego a gritar, vio su cara de terror mientras aquel ser de escamas rígidas, ojos ambarinos y fabulosa boca de pesadilla lo arrastraba al fondo. Un segundo engendro trato de cazarlo, solo logro llevarse su mano de un mordisco. Asi terminaban sus recuerdos.

Kuri levanto el cilindro y dijo:

-Has conseguido un gran premio para tu pueblo.- Sonrió, le puso la mano en el hombro y sentencio- A ti te corresponderá entregarlo.


III

Su abuelo perdió la mitad del patrimonio familiar entre mesas de juego y camas de, voluptuosas y caras, bailarinas. Su padre, pusilánime y apocado, contemplo sin mover un dedo la lenta decadencia y ruina de sus heredades. Él, décimo Señor de la Ampliación Este, traiciono sus principios. Se caso con la hija de un acaudalado comerciante sin genealogía, ávido de nietos con apellidos ilustres. La dote le permití reconstruir sus posesiones, repartir sobornos y organizar recepciones lo suficientemente lujosas como para obtener un cargo secundario: Jefe de subsuelo del distrito central. Quizás otro hombre se hubiese conformado, pero su ambición no conocía limites.

Meditaba satisfecho sobre su pequeño triunfo, mientras su transporte volaba a través de los interminables arrabales, hacia el palacio ducal.


IV

El duque Mirkalos perdió pronto su juventud entre conspiraciones y revueltas. Su porte se marchito y su cabeza encano. Había soñado con ser un gobernante equilibrado y justo, en lugar de eso las ejecuciones se sucedieron durante todo su gobierno.

Pero ese día se sentía feliz. Entro en las habitaciones de su primogénito, solo el niño y un inmóvil anciano de barbas venerables se encontraban allí. Presiono la nuca del viejo, un pequeño soporte se activo y un cilindro transparente de múltiples facetas le encajo a la perfección, perdiéndose dentro de la cabeza.

-Zenón ha sido el tutor de tus antepasados durante generaciones. Si vuelves a tirar su unidad de raciocinio por los conductos de reciclaje haré que te acuerdes toda tu vida del castigo.- Advirtió a su hijo.

1 comentario:

THE KICKFACE FAMILY ! dijo...

buén guión, y muy bién estructurado...

sigue así, tengo ganas de leer mas